¿Cómo hacer que el bebé tenga una buena noche de sueño?
- apaulinoba
- 1 jul 2021
- 3 Min. de lectura

Para una buena noche de sueño el bebé debe sentirse satisfecho; esto es, entre otras cosas, haber comido bien. La hora del almuerzo es determinante y es el momento del consumo de las proteínas y los alimentos sólidos que mejorarán su sueño.
La lactancia materna es también una fuente de descanso por la liberación del aminoácido L-triptófano que provoca sueño al bebé. Y en cuanto a la madre, amamantar libera prolactina, hormona proteica que tiende a relajarla.
En efecto, el sueño y la lactancia son fenómenos fisiológicos estrechamente interrelacionados que tienen una función homeostática y se inscriben en un ritmo circadiano. Hechas estas recomendaciones primarias, sugerimos:
Dormir bien de día
Para una buena noche de sueño, lo mejor es que el bebé haya dormido bien durante el día. El cansancio no es el compañero ideal del sueño, todo lo contrario. La irritabilidad y la hiperactividad vienen con el cansancio y pueden llevar al límite la paciencia de los padres.
Por otro lado, el cansancio suele provocar despertares nocturnos. Asegurarse de que las siestas diurnas se adecúen a su necesidad de sueño traerá un más plácido dormir nocturno. Los bebés descansan por lo regular entre nueve y doce horas por la noche, con una interrupción para comer, y hacen de dos a tres siestas en el día, de treinta minutos a dos horas cada una.
Envolver al bebé
Se dice que los niños envueltos duermen mejor. Si bien algunas personas consideran esta como una buena técnica, algunos profesionales se oponen a esta práctica. Por lo tanto, aconsejamos consultar con el pediatra de confianza.
No correr al primer llanto
Es comprensible que los padres estén aprensivos al llanto nocturno del bebé. La experiencia indica que si no hay enfermedad, el llanto puede ser pasajero. Si persiste, hay que acudir a la habitación pero si no lo amerita, no será necesario sacarlo de la cuna. Mucho menos hablarle, cantarle o cargarlo. Unas palmaditas en la espalda pueden ser suficientes para que concilie el sueño de nuevo.
Establecer rutinas
Los padres descansan o aprovechan el tiempo en que duerme el bebé para disponer lo necesario para sus cuidados, piensan así que, mientras más duerma, mejor. Lo recomendado es que las siestas sean programadas o que le sean reguladas las horas de sueño. Si se extiende la siesta, tendrá más posibilidad de despertar varias veces en la noche.
Hay que prepararlo para que entre a su cuna en la noche somnoliento a una hora fija y despertarlo al amanecer a la misma hora. Esto hará que pronto adopte hábitos que se reflejarán en lapsos de sueño más plácidos diurnos y más prolongados en la noche.
¿Qué tipo de luz es recomendable?
En la habitación donde el bebé duerme no es necesaria ninguna luz. Basta, en el caso de necesitarla para cubrir su atención, con una luz indirecta que podamos activar para ese fin específico. Una luz tenue o dorada, ya lo decíamos, que no impacte sus párpados ni interrumpa la atmósfera del sueño.
Evitemos la luz llamada azul que proviene de los equipos móviles y las pantallas. Por otro lado, recordemos que hay estudios que parecen confirmar la relación entre dormir con luces encendidas y la miopía. Lo mejor entonces entre luz encendida o apagada es dormir a oscuras y contar con esa luz alterna, tenue, que de ser necesario permita a los padres asistir al pequeño.




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